miércoles, 17 de junio de 2015

Colombia cobró revancha, venció con verraquera a Brasil

La ilusión de un país
Colombia se reencontró con su fútbol, venció merecidamente a Brasil, en lo que podía llamarse la revancha, un gol de Murillo fue suficiente. Excelente partido de Carlos Sánchez y destacadísimo partido de Cuadrado.

Olvidando el partido con Venezuela, Colombia inició mostrando muy buena impresión, asediando a Brasil, reecontrándose con su juego. Gran diferencia en relación con el partido contra la vinotinto, los brasileños permitían jugar dejando espacios para jugar. 

La respuesta a la actitud colombiana fue congelar el juego, esperando y tocando. Hasta los 15 ninguna ocasión para los dos equipos.

Colombia empezó a encontrar la fórmula para llegarle a Brasil, primero usando el contragolpe, a los 15 y 16 las primera llegadas, faltaba afinar el toque final. Colombia ratificaba la buena impresión del comienzo de partido.

En la mitad del campo se destacaba mucho Carlos Sánchez, recuperando, y entregando bien. Después lo intentó hasta con un tiro a puerta.

James encontró también su juego, a los 30, avisó de libre. Brasil respondía con el juego fuerte, un Neymar agresivo. Brasil dedicado más a defender, hace que Ospina se un espectador más - para fortuna nuestra- 

La recompensa al buen trabajo de Colombia llegó a los 37, una falta generada por Falcao y cobrada po Cuadrado, el balón quedó muerto en el área, Murillo muy atento la aprovechó Murillo, anotó el ansiado go,l era el trofeo al trabajo realizado.

Colombia no se quedó con el resultado, intentó aumentar, a los 38 vuelve a tenerse una ocasión más, faltó poco para engancharla. Brasil insiste con el juego fuerte, Firmino el que se ganó la amarilla. Más tarde a los 42 vuele Cuadrado a intentarlo, pasa algo desviada.

La única ocasión de Brasil en la primera parte llegó con Neymar, aunque se ayudó con la mano, Ospina consiguió mostrar su calidad parando un balón casi en raya.

Colombia intenta aumentar con Cuadrado de izquierda y media distancia, ensayó, algo desviado pero buena intención.

En la segunda parte Brasil salió mucho más ofensivo en la segunda parte. En una desafortunada jugada en devolución de Murillo, Colombia se salvó, afortunadamente Firmino falló (58). Brasil muy atento a los errores nuestros y con la necesidad de anotar.

Como en la primera parte Sanchez siguió haciendo un muy buen trabajo  ratificándose como la figura de Colombia, oportuno en los cortes y en los apoyos. Colombia juntó más las lineas. El equipo colombiano era el que esperaba.

Por momentos Brasil se le ve desesperado, por su parte Colombia muy atenta ante el asedio brasileño que hicieron que los últimos minutos fueran de infarto.

Final del partido y la alegría colombiana vuelve, los pitos suenan en la calle, las bubuselas y cuanto cosa haga ruido. Felicitación para Carlos Sánchez.

Una vez pitado el final del partido, Neymar como en casi todo el juego fue el lunar del partido, agredió a Bacca. y ll juez le mostró la roja a ambos.

¡¡Ahora a ratificar contra Perú!!
 
Los inicialistas: David Ospina; Camilo Zúñiga, Cristian Zapata, Jeison Murillo, Pablo Armero; Carlos Sánchez, Edwin Valencia, James Rodríguez, Juan Cuadrado; Teófilo Gutiérrez y Falcao García.

domingo, 14 de junio de 2015

Venezuela apaga la ilusión colombiana en la Copa América 2015

Venezuela amargó la ilusión colombiana derrotándola en el primer juego de la Copa América. Una vez más Venezuela le encontró la medida a Colombia, uno a cero fue suficiente para obligar a Colombia a mejorar, primero con Brasil y luego con Perú.

Un año después del excelente desempeño de la Selección Colombia en el Mundial de Brasil 2014, y las dudas generadas por el "fair play" mostrado por  FIFA - la del Sr. Blatter -, y destapado por la justicia de Estados Unidos en 2015. Una retocada selección Colombia inició una nueva aventura futbolística, esta vez con Falcao. El torneo; la Copa América 2015, el país organizador; Chile.

La primera salida de Colombia tuvo un matiz controversial, dividido entre quienes creían que la selección Colombia debía alinear a Falcao y los que defendían que el lugar debía ser  de Bacca o de J. Martínez, finalmente la decisión  de Pékerman; Falcao, el nueve y capitán, acompañado de Bacca.

El campo del  Estadio El Teniente de la ciudad de Rancagua - ciudad al sur de Santiago -; fue lugar designado por la Conmebol para la primera salida colombiana; el rival, la Selección Venezolana. Ambos equipos con la tricolor, la afición colombiana vistiendo con orgullo la camiseta, los venezolanos la vinotinto.

Como lo esperaba Colombia, los venezolanos salieron con un equipo muy junto, esperando en propio campo, impidiendo que el equipo colombiano encontrara, primero los espacios y después la claridad para llegar al arco de Baroja.

La estrategia venezolana estuvo acompañada del juego fuerte, que impidió la continuidad del partido, varias tarjetas amarillas fueron el merecimiento a este tipo de juego.

Venezuela esperó y contragolpeó, jugando también al error colombiano en defensa. La sorpresa para Colombia llegó a los 60 minutos, Rondón - como en la eliminatoria al mundial - marcó de cabeza, la asistencia fue de Guerra, el meta colombiano estaba más hacia el lado contrario por lo que no alcanzó a controlar. El silencio apareció no solo en el estadio sino frente a los televisores de la afición colombiana.

Más temprano (26 y 42 min.) ya Venezuela había avisado, en ambas ocasiones, Ospina demostraba porque es el arquero que es en Inglaterra.

A partir del gol,  Colombia lo intentó, no solo abriendo el campo, sino buscando alternativas con el ingreso de Cardona, Teo y Martinez.

La mejoría de Colombia se notó en la forma de llegar al arco venezolano con Cardona y la comprensión que existió entre James y Teo, sin embargo no fue suficiente para vencer a Baroja, que respondió muy bien cuando fue exigido. 

La pérdida obliga a Colombia a replantear no solo el equipo inicialista sino la forma enfrentar primero a un Brasil que seguramente será diferente al del mundial y al Perú de Ricardo Gareca, que al parecer le está dando una nueva identidad al equipo inca.
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domingo, 3 de mayo de 2015

Ciclistas al garete

Últimamente, se ha impulsado con fuerza el uso de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades. Se argumentan razones ambientales, beneficios para la salud y la reducción de costos en el transporte.

En poblaciones pequeñas, no hace falta fomentar su uso; es común ver al campesino, al estudiante y al empleado desplazarse en bicicleta. En las ciudades más densamente pobladas, muchos ya la emplean como herramienta de trabajo: mensajeros, repartidores y otros para realizar domicilios. Un gran grupo la utiliza como medio de recreación los domingos y festivos en la ciclovía, mientras que otros participan en competiciones que nos hacen sentir orgullosos en el mundo del ciclismo.

En general, los ciudadanos aceptan la bicicleta como medio de transporte, excepto quizás por la insuficiente infraestructura de las ciclorrutas y el deplorable estado de las vías, que ponen en riesgo no solo a los ciclistas, sino también a los conductores y peatones.

Sin embargo, lo que muchos ciudadanos no toleran es el comportamiento de algunos ciclistas: no respetan los semáforos, evitan las ciclovías, transitan montados en puentes peatonales, exponiendo a quienes caminan. Además, muchos no usan elementos de protección, como cascos o prendas reflectivas para la noche.

Aunque parece que el Código Nacional de Tránsito no aborda estos vehículos, el artículo 94 establece normas para bicicletas, triciclos y motocicletas. Lamentablemente, muchas de estas normas son violadas por los ciclistas: no utilizan chalecos reflectivos, se apoyan en camiones en carreteras, transitan por andenes destinados a peatones, prefieren las vías para automóviles y desatienden señales de tránsito.

Para su propia seguridad, los ciclistas deberían usar cascos de seguridad, pero algunos los critican o los llevan solo en la mano. La imposición de comparendos por esta falta tuvo éxito temporal, pero hoy es extraño ver ciclistas con casco.

¿Se necesitará una mano dura para hacer cumplir las normas? Esto resulta difícil cuando el control del tránsito vehicular carece de personal suficiente o cuando las prioridades no se centran en esta problemática.

Quizás la solución más sensata sea retomar el tema de la cultura ciudadana, donde los ciudadanos tomen conciencia de las conductas que nos ponen en riesgo, tanto a nosotros como a los demás.

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miércoles, 1 de abril de 2015

Es posible sobrevivir en una motocicleta

En Bogotá y en las principales ciudades de Colombia, los monumentales trancones se han convertido en parte de la vida cotidiana, lo que hace que el día a día de los ciudadanos sea cada vez más estresante. Este panorama lleva a muchos a cuestionar y maldecir a quienes administran las ciudades, ya que parece que poco se hace para mejorar la situación. Una de las medidas implementadas fue la restricción vehicular, conocida como el pico y placa, que hoy en día podría interpretarse como una limitación al derecho a vivir en ciudades que brinden bienestar.

En cualquier parte de Bogotá, la desesperación por llegar a tiempo al trabajo o regresar a casa para descansar es palpable. Se buscan alternativas: desvíos, rutas más rápidas o incluso la irracional medida de salir de casa con dos horas de anticipación para recorrer apenas 20 kilómetros.

Además de la ineficiencia de las autoridades, los atascos son provocados por diversas razones: desde un vehículo varado, hasta conductores indisciplinados que parquean en zonas prohibidas, reduciendo los carriles y afectando la fluidez del tránsito. Un choque simple puede generar discusiones innecesarias, y uno más grave podría acabar con la vida de conductores o peatones. A esto se suman los curiosos que reducen la velocidad no para ayudar, sino para observar y crear su propia historia, un reflejo de la morbosidad presente en nuestra sociedad.

Si bien antes la mayoría de los accidentes involucraban automóviles, la situación ha cambiado. Hoy en día, es común encontrar motos accidentadas, muchas veces con trágicas consecuencias. A diferencia de los automóviles, los motociclistas suelen quedar en una situación más delicada, donde, por ejemplo, los curiosos solo pueden identificar el género del accidentado debido a la imposibilidad de retirar los cascos, lo que oculta las expresiones faciales.

El número de accidentes ha ido en aumento, casi al mismo ritmo que crece la cantidad de motos en las calles. Este es un problema grave tanto para Colombia como para el mundo, con diversas causas que ilustran esta problemática.

¿Por qué tantos accidentes?

El desmedido aumento de motos en Bogotá, facilitado por su fácil adquisición, la imprudencia de algunos motociclistas, la falta de pericia de otros, el exceso de confianza en la conducción, y en algunos casos la intolerancia tanto de conductores de motos como de automóviles, son factores que se suman al mal estado de las vías.

¿Qué hacer para sobrevivir en una moto?

Existen numerosos sitios web con consejos para preservar la vida al conducir una moto. Estos son útiles tanto para los motociclistas como para quienes convivimos con ellos en las calles. Sin estar sobre una moto, podemos observar a quienes zigzaguean entre carros, intentan pasar por espacios extremadamente estrechos, o imitan a pilotos como Rossi o Márquez, expertos en velocidad, pero en pistas de carrera.

Algunas recomendaciones preventivas no están de más. Aunque su finalidad es preventiva, ignorarlas puede derivar en situaciones de riesgo y arrepentimientos posteriores:

  • Aprender a conducir y conocer la motocicleta: No es lo mismo manejar una scooter de menos de 100 cc que una moto de 1000 cc. A mayor potencia, mayor cuidado, y también mayor el riesgo.
  • Conducir a la defensiva: Mantener una velocidad segura permite maniobrar más fácilmente.
  • Guardar y exigir distancia de seguridad: En caso de emergencia, esta distancia puede facilitar las maniobras.
  • Evitar conducir bajo la lluvia: Las vías se vuelven resbaladizas y la visibilidad disminuye considerablemente.
  • Asegurarse de ser visible: Mantenerse en el ángulo de visión de los espejos de otros vehículos, usar material reflectante y mantener las luces encendidas.
  • Recordar que las calles no son pistas de carreras: Las velocidades extremas deben reservarse para autódromos, donde existen medidas de seguridad como zonas de escape y camas de arena.
  • No suponer que los demás anticiparán tus movimientos.
  • Estar atentos a las condiciones de las vías: En Bogotá no podemos confiar en que las calles estén en perfectas condiciones.
  • Usar equipo de protección adecuado: Casco, botas, guantes y protectores no son solo para cumplir con una norma, sino para proteger la vida.
  • Respetar las normas del Código de Tránsito: Más allá de evitar sanciones, lo más importante es preservar la vida, que no tiene reposición.

Además de seguir estas recomendaciones, los motociclistas deben ser conscientes de los riesgos que implica conducir una moto.

Aunque la mayoría de los motociclistas son ciudadanos comunes que utilizan la moto como medio de transporte o de trabajo, también las autoridades de tránsito las usan. Es fundamental que estas autoridades no solo se preocupen por sancionar, sino que cumplan con las normas, usando apropiadamente los cascos y respetando las señales de tránsito.

Por último, las autoridades deberían promover programas formativos para los motociclistas que fomenten una conducción segura, así como endurecer los requisitos para la adquisición de una moto. Esto ayudaría a desincentivar su uso, conscientes de que no hemos logrado ofrecer una movilidad adecuada en nuestras ciudades.

Finalmente, en cada hogar hay alguien que espera que el día termine bien, y que todos lleguemos sanos y salvos, sin importar el vehículo que utilicemos para salir o regresar a nuestros destinos.

Santiago de Tunja, la historia en presente

Cinco de la tarde, caminando por calles adoquinadas, a los costados, construcciones con influencia arquitectónica española, un viento frío que recorre las calles, 2 810 msnm marca el GPS, sus habitantes muchos todavía se guarecen del frío vistiendo un ruana, estamos en el centro histórico de Tunja, el clima parece más helado para el visitante, para el tunjano es costumbre, no un esfuerzo.

Algunos conocen la capital del Departamento de Boyacá como Santiago de Tunja, sin embargo no es oficialmente el nombre, al parecer tiene que ver con la división parroquial, algunas instituciones religiosas usan ese impactante nombre. La ciudad, como la queramos llamar, está emplazada al norooriete de Colombia, la zona un poco árida en suelos, pero de riqueza histórica, exuberante desde la misma conquista hasta la creación de la República de Colombia. 

Plaza Real de Tunja
Para llegar a Tunja de Bogotá; se gastan poco más o menos dos horas, aunque en un futuro no muy lejano, esperamos que el tiempo se reduzca, terminada la doble calzada; de Chiquinquirá un hora; de Bucaramanga, algo más de cinco horas.

Para quien ha decidido destino Tunja dispone de cultura, arquitectura, y de una diversidad educativa principalmente en educación superior.
El Festival Internacional de la Cultura de Tunja ofrece a los colombianos desde 1973, una variada oferta cultural, tuvo su inicio con la Orquesta de Cámara de Leipzig y la Orquesta Sinfónica de Boston, la situación evolucionó considerando que todos los géneros tienen su propia belleza musical; se mezclan la música popular con los refinados compases de la clásica, sin embargo la música no es el único arte presente; danza, literatura, artes plásticas, cine y el patrimonio cultural.

En torno a la arquitectura; Catedral de Tunja, de gótico-isabelinos con detalles platerescos del renacimiento español. El templo de Santa Clara la Real, el de San Francisco, San Laureano y Santa Bárbara. Plaza Real de Tunja.

Pozo de Donato
Como parte de la cultura precolombina, al norte de Tunja y cerca de la UPTC, la cultura muisca contaba con un sitio sagrado en la ciudad de Hunza, hoy popularmente conocido como el Pozo de Donato, pero como etiqueta la Cámara de Comercio; Laguna de Hunzua - en homenaje al primer Zaque de Tunja -, es además un parque y museo arqueológico. El sitio está lleno de leyendas algo inverosímiles. Como parte de la leyenda, los proverbios también surgieron; ante una deuda de dudoso recaudo,"cayó al pozo de donato", !esa platica se perdió!.

La tranquilidad, las cortas distancias, han hecho de Tunja, algo parecido a una Ciudad Universitaria, varias instituciones de educación superior ofrecen sus programas en esta ciudad: Universidad de Boyacá, Universidad Antonio Nariño, Escuela Superior de Administración Pública, Cread Universidad Javeriana, Universidad Santo Tomás y la Fundación Universitaria Juan de Castellanos que nació en esta ciudad, es un institución de vocación confesional religiosa, el nombre de se debe al cura, poeta y cronista español, quien vivió sus últimos años en Tunja -. En el ámbito público quizá el más reconocido centro de educación superior; La Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. 

La propuesta universitaria es muy grande para una ciudad de poco menos de doscientos mil habitantes - sobran cupos para boyacenses, muchos se matriculan y son procedentes de Bogotá -, quizá por esto se pueden ver estudiantes de diversas regiones de la geografía colombiana.
 
Para el apasionado por el fútbol, Tunja pasó de tradición cero fútbol a contar con dos equipos en la primera división del fútbol profesional colombiano; Patriotas F.C., y Boyacá Chicó, este último campeón en una oportunidad, el estadio La Independencia invita a los tunjanos cada fin de semana a disfrutar del fútbol.
Puente de Boyacá

La cercanía de algunas ciudades y lugares históricos; Villa de Leyva, Pantano de Vargas, Puente de Boyacá , convierten a Tunja el epicentro de la Ruta Libertadora.

Si su propósito es conocer Colombia, quédese unos minutos en Tunja, le fascinará, será un estancia fenomenal, se le convertirá en familiar, regresará feliz; en últimas más de las tres efes con las que peyorativamente se refieren algunos.

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domingo, 28 de diciembre de 2014

Valientes lanceros en el Pantano de Vargas

De camino a Boyacá utilizando la ruta libertadora encontramos dos lugares destacados en la historia republicana de Colombia: el Puente de Boyacá y el Pantano de Vargas. En los dos sitios hay monumentos que conmemoran batallas que contribuyeron a liberarnos de los españoles. Uno de ellos fue erigido en homenaje a los 14 lanceros que lucharon en el Pantano de Vargas. En la batalla del Pantano de Vargas Bolívar pronunció la conocida expresión !Salve usted la patria!. 

Monumento Pantano de Vargas - Arenas Betancourt
Para llegar al lugar se puede utilizar dos rutas: la primera, saliendo del municipio de Paipa hacia el este – hará falta recorrer unos pocos kilómetros - y desde Duitama, el trayecto parece también corto por la geografía que se atraviesa. Cualquiera que sea la decisión, el estado de la vía es aceptable, a lado y lado de la carretera el ambiente es muy acogedor, emprendedor; colombianos regando cultivos, regando progreso, al parecer hay personas que tienen buen poder adquisitivo y buen gusto por las construcciones en las que habitan. Para poder apreciar el entorno de ambas carreteras conviene ingresar por Duitama y regresar hacia Paipa. La capacidad hotelera de los dos municipios ofrece al turista la posibilidad de hospedarse con tranquilidad y comodidad. 

Cuando se arriba, quizá la única dificultad sea buscar un parqueadero, después se cuenta con sitios para beber algo - no necesariamente bebidas alcohólicas - disfrutar de comida típica boyacense y de muchos sitios de nuestra geografía. Y si alguien quiere agradecer a quien sea, por ejemplo los cristianos, se puede encontrar una iglesia católica para hacer sus oraciones o agradecer porque existan lugares como estos.

Volviendo por lo histórico, en frente del parqueadero vemos el majestuoso monumento a los lanceros, obra del maestro Rodrigo Arenas Betancourt - terminada en 1969 -. Es una escultura de bronce, acero y concreto en la que se representó a los catorce llaneros luchando en sus caballos y a su líder, Juan José Rondón. El monumento no solo es impresionante por su tamaño sino por el momento histórico que representa. Al ver cada imagen de los guerreros podemos sentir el gran valor de estos colombianos como se evidencia en una de ellas, un llanero que ignorando el dolor causado por la lanza que lo atraviesa, continúa con su lucha, y otro más adelante, probablemente el que encabezaba, anima a sus compañeros para conseguir el triunfo. A estos valientes llaneros lo que les faltaba en ropa y en armas les sobraba en valor. Para apreciar de cerca la obra hay que subir 36 escalones que según una de las personas que narran por ahí, representa la edad de Simón Bolívar el día de la batalla. 

El monumento se encuentra justo al frente de la casa de Vargas, al parecer el sitio donde Bolívar tenía su centro de operaciones. El visitante encontrará a una persona vestida también a la usanza de la época, quien narra también algunos de los acontecimientos históricos sucedidos en el lugar. 

Terminada la visita en una plazoleta ubicada al sur del monumento el turista podrá llevar recuerdos; llaveros, portalápices, manillas, la típica ruana, sombreros de distintas regiones de Colombia, más y más artesanías. 

Muchos de los habitantes de la región han encontrado distintas formas de conseguir algo de dinero - el precio de la historia - : carrozas en las que dan paseos, restaurantes, cuidadores de vehículos y tiendas de artesanías. 

Con poco dinero, además de recordar o saber algo de nuestra historia, podemos conocer uno de los departamentos más de bellos de nuestra Colombia: Boyacá. 

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Más de Boyacá  

Combate del Pantano de Vargas. Disponible en: http://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=286481

BOYACÁ: inmensa variedad climática y turística. Disponible en: http://nuestracolombiana.blogspot.com/2013/06/boyaca-inmensa-variedad-climatica-y.html 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Los artistas del semáforo disminuyen las cifras de desempleo

El gobierno colombiano muestra cifras de desempleo que parecen muy alentadoras, sin embargo en los indicadores se incluye el empleo informal. Dentro estos empleados se encuentra que muchos de esos colombianos tienen como lugar de trabajo el semáforo, se aprovechan de los treinta o más segundos que permanece en rojo; sus clientes: los conductores de carros detenidos por obligación.

En los cruces de calles encontramos los que permanecen horas y horas por ahí, casi siempre bajo un sol abrazador, se nota en sus rostros que no tienen con qué para aplicarse el bloqueador. Algunas de estas personas esperan llamar la atención al ocasional conductor de carro que ha asegurado la parada aplicando el freno de mano, o que quizá subió el vidrio de la ventana de su vehículo por prevención o para evitar la interacción con el exterior. Entre los carros se vende, se pide limosna, alguien ofrece un espectáculo, quizá un lisiado, otro que parece ciego porque lleva un lazarillo, uno más que lleva un arrugado cartel con un mensaje escrito a mano y tinta algo diluida, nos hace saber que es desplazado; en últimas, muchos esperan que se compadezcan de sus carencias. En cualquier caso esperan que la respuesta sea la misma, una moneda - limosna-. Otros, sin embargo, de manera  más valorable, aspiran hacer una venta: la de un dulce, una fruta exótica, un bolsa para la basura, la bandera nacional cuando juega la selección o celebramos las fiestas patrias, cualquier artilugio para el vehículo o la casa, y el que tiene montado un espectáculo para ganar un centavo.

Este último, es un trabajador del semáforo, el artista callejero, que utiliza como escenario el marco que generan las luces rojas del semáforo vehicular en la parte superior y las verdes del semáforo peatonal por los costados; sin pagar el gasto energético de los leds*, aprovecha los cambios programados para adornar su actuación. Treinta o más segundos que deben suficientes para lograr llamar la atención de los espectadores, y convencer para que le paguen por su acto.

Uno de estos "shows", es el del malabarista con tres o cuatro machetes que hace danzar en el aire. El sonido metálico hace que la mirada de los pasajeros de los vehículos y la del ciudadano que casualmente pasa por allí se fije en el espectáculo y admire o sencillamente sienta algo de escalofríos por algún fortuito fallo. Terminada su actuación, cien, doscientos, y con menor frecuencia quinientos pesos, aparecen por las ventanillas de los conductores para dar un reconocimiento a su trabajo. Las luces cambian, la satisfacción del artista se siente por lo recibido, un breve descanso y un nuevo público estaciona para ver al desconocido artista. La luces amarillas indican que los espectadores se renovarán. Si estuviéramos por ahí mucho tiempo, los recambios de público serán incontables.

En otra parte de la ciudad, las mismas luces rojas, verdes y amarillas adornan otra actuación: la de dos acróbatas, una chica de cuerpo no tan estilizado, con una sonrisa permanente, algo de maquillaje llamativo, y un hombre de atlética apariencia, que con fuerza y precisión, asegura no solo la integridad de la niña, sino realizar una arriesgada maniobra para lograr un acto más espectacular. La respiración se contiene por la ejecución de estos acróbatas, con tranquilidad se observa que todo ha salido bien. Culminada la actuación extienden sus manos entre los carros, esperan su recompensa.

Muchos semáforos, muchos lugares de la ciudad, disfrutan al mismo tiempo de cientos de espectáculos. Bailarines, artistas de circo, más malabaristas, quizá la excepción sea la del tragafuegos que debe esperar que la noche llegue para que la visibilidad de esta tea humana sea más llamativa; la boca de este personaje despedirá una y otra vez una bocanada de fuego. Al final el desagradable sabor del querosene será compensado con una moneda, haciendo olvidar el aliento a combustible. Eventualmente alguna herida hará pensar en el abandono, sin embargo podrá más la necesidad de alimento para quienes le esperan en casa.

Muchos de estos "artistas" no terminan su actividad en los semáforos, continúan en sus hogares practicando, repitiendo, perfeccionando, garantizando un pago, y en otros, la propia vida de sus familias.

Aunque es agradable apreciar la destreza de estos colombianos que deben acudir a una calle para ganar el sustento diario, desilusiona que el Estado no pueda cumplir con las promesas de creación de más empleos y sí que se favorezca más a otros que quieren vivir de subsidios y hacen menos por el trabajo.

*Diodo de material semiconductor que emite luz al aplicar una tensión eléctrica, y que se utiliza para componer imágenes en pantallas de diversos instrumentos, como calculadoras, relojes digitales. RAE

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sábado, 1 de noviembre de 2014

Nuestra sumisión ante los decadentes nobles

Durante varios días le hicimos venia a un cuestionado príncipe, Carlos de Gales, al que ni siquiera su misma madre le tiene la confianza para asumir el poder, y que pueda ser un digno rey. Nosotros, por el contrario, por poco le ponemos alfombra cubierta de orquídeas. Eso sí, complacidos porque serían pisadas por un poco elocuente noble.

Cuando se vieron las primeras imágenes de los visitantes, el recuerdo de muchos colombianos evocó a la princesa Diana, destacada por sus buenas actuaciones, y la del mismo príncipe Carlos, mostrando a su amante Camila, hoy la duquesa de Cornualles; oficialmente la esposa real.  Por esta razón, muchos de sus propios conciudadanos no tienen y seguramente no creen en ella para suceder a la reina.

A la llegada de Carlos de Gales, el ejército le hizo honores de estado. Nuestra canciller, María Ángela Holguín, le dio la bienvenida y la correspondiente venia. Después el presidente Juan Manuel Santos recibió al noble príncipe en la casa de Nariño - el sitio en el que muchos de nuestros compatriotas en la reciente historia han querido como los reyes; perpetuarse en el poder -. En el misma palacio, el presidencial, se le ofreció una cena a la pareja británica, las mesas cubiertas con los mejores manteles - planchados para reducir algo nuestra arrugada imagen - y la reluciente porcelana de la Casa de Nariño, que se opone al brillo de muchos de nuestros líderes político.

Mientras los visitantes disfrutaban del postre en la casa presidencial, muchos colombianos sufrían el rigor del invierno y la prensa mostraba las actividades no sanctas de uno de los hijos del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Gabriel Miranda que, durante la espera de su "esquema de seguridad" y a su padre, quien utilizaría todo su poder para sacarlo del problema, pacientemente hacía sentir a los policías que tenían menos valor que varios ceros a la izquierda, justificando sus actuaciones y el mal uso de los bienes del Estado Colombiano.

En la agenda real estaba señalada una visita a Caño Cristales, en la Sierra de la Macarena. Nuestro presidente desplazó toda una comitiva de ministros, militares y muchas personas, muy importantes eso sí, para el gobierno. La "elocuencia" del señor Carlos de Inglaterra, no riñó con la del presidente Santos. Mostramos la belleza de nuestro país, vedada para muchos colombianos, por el dominio de los administradores de nuestras selvas.

Afortunadamente la visita terminó, Carlos y Camila salieron por Cartagena de Indias, seguramente caminaron por los sitios que impiden ver las desigualdades de la ciudad amurallada.

Los medios no fueron inferiores al gobierno, dedicaron minutos, muchos minutos a destacar la visita, mostrando las virtudes de la pareja "real" y aplaudiendo con sus notas porque el señor probó - no comió - chontaduro, bebió jugo de feijoa, y  se llevó a su "noble boca" la uchuva.

¿Qué logramos con la visita de "sus majestades"? Habrá que esperar el resumen presidencial y lo que nos costó. Entre tanto, estaremos corrigendo los errores que hemos cometido con nuestros nobles visitantes, para que cuando lleguen otros, los pongamos en los lugares de los que no hemos podido y tal vez no queremos bajarlos, desde la misma conquista.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Quién habla en nombre de los gallos de pelea?

Dos medidas adoptadas por alcalde mayor de Bogotá han sido aplaudidas por unos y rechazadas por otros. La primera; prohibió las corridas de toros en la Plaza Santamaría, y la segunda; retomó una iniciativa del alcalde de Medellín, Alonso Salazar, cambiar el destino de los caballos carretilleros. Como reacción a la medida sobre los toros, los taurinos entutelaron la decisión, porque vieron vulnerados su derechos. El tema ha generado promesas como la del Alcalde: "Petro, aseguró que se retiraría si volvían las corridas en la Santamaría", con seguridad lo cumplirá cuando termine el periodo para el que fue elegido.

En medio de la polémica sobre las corridas de toros en Bogotá están los ciudadanos, los que apoyan la decisión del Sr Petro, el aficionado que asiste a la fiesta taurina y los que quieren el bienestar de los animales - al parecer la mayoría -. Unos más, piensan que el loable esfuerzo por impedir que el toro sea maltratado, debería ser incluyente con otros animales como perros, gallos, caballos y animales salvajes utilizados en los circos. Porqué no conseguirán la misma atención? Quizá porque los que van a verlos, o apuestan, no son los mismos en clase social a los que ocupan los palcos de la plazas de toros o que hacen parte de las peñas taurinas.

ROUNDHEAD (Cabeza redonda)

Uno de esos animales sin defensores tienen un peso cientos de veces menor que el de un toro de casta. Eso sí, también son elegantes, estilizados, caminan en dos patas, un cuerpo emplumado vistosamente, ojos muy atentos y de movimientos rápidos, no parece agresivo ni peligroso; son los gallos de pelea. Quizá los agresivos y peligrosos sean sus dueños, quienes los ponen a luchar en algo que se asemeja a un ruedo.


Los gallos de pelea son entrenados para matar. Mientras su dueño-entrenador se beneficia del sufrimiento del gallo. El perdedor cae muerto o queda mal herido en la arena. El triunfador herido probablemente reciba un tratamiento para recuperarse, prolongar su vida y volver a la arena, sin embargo habrá una última lucha en el que el gallo que hizo ganar dinero a su dueño, muera degollado por las mortales espuelas de su opositor. 

Sea la primera o la última lucha, las hurras, maldiciones, o caras de alegría, serán la reacción entre los ganadores de las apuesta o de enfado porque la vejez o debilidad influyó en la derrota e hizo que los bolsillos salieran con menos dinero.

El sangriento espectáculo es el mismo en los cientos de galleras que pululan por nuestra geografía. Con las licencias que hagan falta, Asogal y de hecho en su artículo 7o se relacionan la consabidas excepciones de nuestras normas, se avalan las riñas de gallos. Miles de gallos mueren en combate - riña - iniciado por los "racionales" humanos que amparados en la Ley, disfrutan, se lucran y al final dejan coloreada la arena con sangre y tapizada de plumas.

Mientras otros animales han llamado la atención, será posible que los defensores de animales hagan las mismas cruzadas (se enfrenten a la policía), se planten en la entradas de las galleras para promover que este negocio de muerte se extinga y que posiblemente se aprecie la belleza de estos animales. A diferencia del toro de casta, los gallos podrían ser mascotas, con lo cual sus criadores seguirán ganando dinero - no en la misma proporción -.

Las asociaciones defensoras de animales con certeza saben de la existencia del negocio de riñas de gallos. Creo que la defensa de animales y lo que llaman derechos de los animales no deben ser cuestión de leyes o decretos, debe ser de conciencia.


!!Fin a cualquier negocio que se lucre de la muerte en combates de animales!!
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miércoles, 20 de agosto de 2014

Condenados a una administración por herencia

Se confirmó, el pasado 7 de agosto los colombianos iniciamos un nuevo  periodo con herederos presidenciales, 4 años más con Juan Manuel Santos Calderón, hijo de Eduardo Santos Montejo y hermano del expresidente Eduardo Santos Montejo. La toma de juramento lo hizo otro heredero del congreso, José David Name del clan Name Terán. En la vicepresidencia, acompaña a la primera magistratura, Germán Vargas Lleras, nieto del expresidente Carlos Lleras Restrepo. El vice tiene cuatro años para que los colombianos "reconozcamos sus logros",  y lo elijamos en el siguiente periodo, seguramente primará su estirpe.

En el equipo de trabajo, el presidente decidió o tuvo que nombrar en Planeación Nacional a uno de los jóvenes delfines: Simón Gaviria, hijo del expresidente Cesar Gaviria Trujillo - quien defendió vehementemente la campaña reeleccionista en su momento más crítico, su trabajo rindió el rédito correspondiente -. Otro más de la tradición y los compromisos políticos, Aurelio Iragorri, nombrado Ministro de Agricultura, hijo de uno los eternos "honorables" senadores y nieto del expresidente Guillermo León Valencia.

Esta relación de administradores del estado con expresidentes no es nada nueva. Atrás en el tiempo, la historia ya se ha repetido. Otras familias aparecieron en el ejecutivo: López, Lleras, Pastrana, y la cuenta llega a 38 presidentes que han tenido alguna consanguinidad.

Pero no solamente en el ejecutivo están nuestros brillantes administradores con parientes en la historia republicana de Colombia. En el Consejo de Bogotá, muchos de los "honorables" concejales son veteranos, ninguno tuvo o no les reconocieron los méritos para asumir la presidencia. En cambio, el joven, Miguel Uribe Turbay, fue nombrado para presidir el Concejo; 25 años, estudiante de pregrado, sin experiencia política - apenas comienza -, ni relacionado con el Concejo. Su "plus": ser nieto del expresidente Turbay Ayala. 

Si hacemos una mirada retrospectiva en las bancadas del poder legislativo, los apellidos se repiten, y no porque sean de los apellidos más comunes del país (los Rodríguez y Gómez), no, esa no es la razón; son hijos, hermanos, nietos, sobrinos y toda vínculo que podamos imaginar. Están relacionados con los Araújo, Char, Name, Guerra; unas de las muchas eternas familias del congreso.

En otros países el tema quizá se repite, eso sí, con menos frecuencia. Por citar solo un ejemplo en la historia reciente de Estados Unidos de América, dos familias han tenido políticos renombrados: la familia Kennedy, con un presidente y senadores; los Bush, padre e hijo, presidentes.

En nuestra Colombia, ¿acaso hemos heredado la tradición de la nobleza española, que independientemente de sus capacidades intelectuales han gobernado por siglos o por lo menos han fungido de tal condición en su nación? La respuesta: las pocas nobles familias colombianas nos administrarán por siempre. En un futuro no muy lejano, volveremos a tener otro presidente Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe de la familia Uribe Vélez, o Uribe de la familia Turbay...

De acompañarnos la suerte, algún día, uno de esta descendencia será reconocido por sus méritos y capacidad para administrar el país, y no por sus genes, lo cual es poco probable. Lo que con certeza seguirá ocurriendo, es que para enmascarar sus ancestros, le ayuden a conseguir el apoyo de su predecesores, que le permitan otorgar favores a su región - que quedan endeudadas y comprometidas políticamente -, con seguridad en detrimento de otras regiones más necesitadas o que utilicen las regalías. En inversiones personales, o como en los últimos tiempos, se haya extendido la suficiente mermelada para endulzar su propias aspiraciones. 

Pese a los innumerables perjuicios causados en toda la geografía colombiana, por ejemplo, los  consumados en nuestra capital Bogotá, por dirigentes ya muy conocidos desde su niñez, los nietos del General Rojas Pinilla - alcalde y senador - que estaban haciendo camino hacia la Casa de Nariño, seguiremos en lo mismo. En poco tiempo olvidaremos y, considerando que "merecen una segunda oportunidad", seguiremos eligiendo a estos delfines y la historia colombiana será muy corta en nombres y en realizaciones.

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domingo, 10 de agosto de 2014

La cultura graffiti, un hobby de alto riesgo

En muchas ciudades hemos pasado de unos muros plagados de publicidad repetida, que invitan a conciertos, nos avisan de fallecimientos, - en la mayoría, sino todos, de desconocidos -,  perros que se buscan;  a otros llenos de colorido, con mensajes sociales, o de proclamaciones de amor, y en muchos más, posiblemente insultantes. A estas pinturas o mensajes, es lo que han llamado, "el arte urbano o graffiti".

El llamado graffiti ha cobrado una inusitada importancia, por el número y por el tamaño de la pinturas o mensajes, plasmados en muros en los que, jóvenes, y
Escenario de Diego Felipe Becerra
mayores,  estampan sus manifestaciones 
. Esa importancia ha sido potenciada por acontecimientos nada deseables de la vida nacional, no por el graffiti mismo, sino por la muerte de algunos de sus representantes. El primero, un bogotano, Diego Felipe Becerra,  muerto hace ya tres años, al parecer, cayó asesinado cerca a una de sus obras. Por ahora la trama con la que se encubrió el crimen, no ha logrado desvelarse completamente. El segundo Israel Hernández, muerto por el uso desmedido de la fuerza policial, era un joven colombiano residente en Miami. Las autoridades policiales presentes han intentado justificar la muerte, la razón, fue sorprendido,  - el 6 de agosto de 2013 - pintando graffitis en una pared exterior de un local abandonado de Mc Donalds en Miami Beach. El caso no se ha podido cerrar,  la policía no ha aportado lo que le corresponde. Un tercero, Justin Bieber, cantante canadiense, que a su paso de trabajo por Bogotá, fue autorizado para fungir de miembro de esta cultura, su intención llamar la atención a toda costa, hizo unos graffitis en la calle 26, por equidad con los graffiteros colombianos, han sido borrados, al final su logro, una muerte artística.
Gritos por la justicia
Bogotá puede ser una de las ciudades colombianas donde más se ven los graffitis. Pero ¿dónde surge la expresión?, el diccionario Oxford la define como: escribir o hacer dibujos garabateados, rayando o rociado pinturas ilegalmente en una pared u otra superficie en un lugar público.
Para el diccionario del arte, el término es aplicado a una disposición de marcas, que desde la institucionalidad son ilícitas, en las que ha habido un intento de establecer algún tipo de composición coherente: esas marcas son hechas por un individuo o individuos (en general nos son artistas profesionales ) sobre una pared u otra superficie que suelen ser visibles al público (1), sin embargo el origen se remonta a los años 60 en New York, el primer "artista" del graffiti firmaba TAKI 183 (2), un joven mensajero de nombre Demetrius que pintaba su firma en los sitios donde hacia sus entregas, a partir de ahí, otros lo imitaron.

Los que siguieron a este neoyorquino, hoy por hoy, se les ve "armados" con un aerosol, vestidos en sudadera con capota y visera, prendas necesarias para ocultar su identidad, habrá algunos que se amparan en la oscuridad de la noche, otros más, la soledad de los muros, o las construcciones abandonadas, lo común, sus diseños bajo el brazo, en un colorido cuaderno.
Av. Ciudad de Cali- Cerca Juan Amarillo
Los graffitis, en general no se ciñen por reglas artísticas, expresan la libertad del autor, por esto, algunos son verdaderamente complejos y otros, frases muy sencillas, en muchos casos expresan; gritos de violencia, en otros; afecto, en muchos más; una forma de hacer oposición.

Las obras que pintan, muchas sino todas, han sido pintados sin obtener los permisos, cargadas de la adrenalina que produce lo prohibido. Tener una autorización haría que se caiga en el muralismo.

Templo Copacabana - Bolivia
La fuerte influencia que han logrado en las ciudades ha hecho que entre los mismos graffiteros, respeten sus creaciones, el público consciente que es casi imposible contener el movimiento, ya no los borran con pintura, u otros, como la Iglesia de Copacabana de Bolivia,- noroccidente bogotano - permitieron pintar uno, que hace un homenaje a la belleza y gracia de la mujer,  la curia estaba llena de otros tantos dibujos que denotan suciedad y  superpuestos.

Av. Cali, cerca al humedal Juan Amarillo
En otros han permitido que los particulares diseños arquitectónicos de algunos sectores de Bogotá, se mezclen con las formas, colores y diseños.


Tunja-cerca al Poso de Donato
Al recorrer los temas de los graffitis pueden ir desde el incoformismo, hasta los gritos de lucha, esto cuando se evidencia alguna temática explicita. En otros la complejidad en el diseño parece ser la idea a seguir del artista urbano, en otros la imaginación cuando se pintan mundos que solo existen en el pensamiento del creador, animales mitológicos o una mezcla de mundos, que solo con una explicación del graffitero podría entenderse.

El impacto ha ido tanto en aumento, que en un evento que congrega a los lectores bogotanos, la Feria del Libro de 2011 los invitó a pasar del anonimato al reconocimiento popular, asignándoles espacios para que se reconozcan sus diseños: muestraron sus técnicas, procuraron que les comprendiera la complejidad y sin la presión de la clandestinidad, bajo un aerosol rápido y seguro, sus obras fueron apareciendo y la admiración expresada en los rostros del público.

Como quiera que sea, muchos colombianos, detenemos nuestras miradas desde el transporte público, los trancones, o simplemente desde la caminata casual, apreciando en muchos casos, en otros despreciando, y con seguridad, muchos más con indiferencia.

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1.-Graffiti Definition: The Dictionary of Art . Disponible en: http://www.graffiti.org/faq/graf.def.html
2.-Historia del Graffiti. Disponible en: http://magotwo.ohlog.com/el-arte-del-graffiti.oh39682.html

jueves, 31 de julio de 2014

Los huecos en las vías, trampas mortales

Al caminar por la calle, viajar en transporte público —sin importar cuál—, conducir un vehículo particular o, más recientemente, una motocicleta, uno se expone a diversas situaciones peligrosas. Esto no se debe exclusivamente a los transeúntes o a la interacción con otros vehículos, sino al deplorable estado de las vías en Bogotá, y posiblemente en muchas otras ciudades. Un hueco profundo, una tapa de alcantarilla desaparecida o un parche mal hecho que quedó como un resalto —taparon un hueco a medias—, son algunas de las problemáticas más comunes.

El estado actual de las vías exige una mayor atención a los múltiples factores de riesgo, siendo los huecos el más frecuente. Si uno logra esquivar alguno, eventualmente caerá en otro que se encuentra oculto —generalmente lleno de agua—. El impacto es inevitable y la reacción inmediata viene acompañada de interjecciones nada amables hacia los administradores del Distrito Capital. Este golpe inesperado puede ocasionar que un rin necesite ser rectificado, una llanta reviente o incluso que un amortiguador deba reemplazarse —o peor aún, los dos—. En casos más graves, estos incidentes pueden causar lesiones permanentes o incluso la pérdida de vidas. Para fortuna de los responsables de las vías, esto significa un usuario menos en las calles. Esta situación ocurre con tanta frecuencia que quienes no la padecen quizás ni siquiera la imaginen.

Después de que la rabia inicial disminuye, el usuario afectado se pregunta: ¿quién es responsable del mal estado de las vías? ¿Quién responde por los daños causados a los bienes debido a estas condiciones? Y más aún, ¿a dónde va a parar el dinero recaudado por los impuestos que se pagan por el uso de los vehículos y el consumo de gasolina?

Las respuestas, con toda probabilidad, se encuentran en los tribunales, donde muchos de los responsables de la construcción de las vías se defienden, justifican la desviación de recursos, el uso de materiales de baja calidad o, sencillamente, los estudios mal realizados.

Pero, ¿dónde están las instituciones que deberían defender a los ciudadanos? La personería, la Defensoría del Pueblo, los representantes elegidos: congresistas, diputados y concejales, a quienes en su momento se les creyó. Y, por supuesto, la conciencia oscura de quienes no cumplen con sus obligaciones.

Una de las grandes frustraciones para el ciudadano es que, si no paga los impuestos dentro de los plazos establecidos, enfrenta sanciones y cargos por mora. No obstante, cuando la administración incumple con el uso adecuado de los recursos recaudados, no existe compensación alguna.

¿Qué tiene que suceder para que los administradores de la ciudad no solo reconozcan el problema, sino que actúen al respecto? Tal vez, que alguien cercano a procuradores, ministros o cualquier figura pública relevante caiga en un hueco. Entonces, las indemnizaciones no se harán esperar. Se desplegará un operativo para encontrar al responsable del robo de la tapa de alcantarilla —si es que fue la causa del accidente—, con una jugosa recompensa para quien lo denuncie y permita resarcir el daño causado a uno de nuestros "líderes públicos".

Finalmente, lo que sí hacen con rigurosidad los organismos de control es indagar en las bases de datos para detectar a los ciudadanos que no están al día con sus impuestos, calificarlos de evasores, inundarlos de notificaciones de cobros coactivos, amenazarlos con sanciones y obligarlos a presentar derechos de petición. Después de largos procesos, el ciudadano terminará pagando —tal vez la propia administración ha fomentado este tipo de evasión—.

¿Será posible que algún día tengamos una administración que se distinga por sus buenas acciones?