El domingo 9 de marzo, será una fecha especial para los colombianos, haremos uso del derecho constitucional al voto, pero también será una fecha especial en lo personal, acompañaré a Sergio, mi hijo, a votar por primera vez, - coincide también con su cumpleaños - . Las opciones para elegir serán muchas, incluida la del voto en blanco.
Tendremos la oportunidad de elegir, parlamentarios, senadores, candidatos para consulta presidencial y para el innecesario Parlamento Andino. Las campañas han reñido con otros eventos nacionales: la reelección presidencial, el proceso de paz, la posible destitución del alcalde de Bogotá y en lo internacional, la difícil situación de los venezolanos, con su inMaduro ciudadano, investido de presidente.
El abanico de candidatos va desde hijos de políticos tradicionales, a los que les heredan los votos, también de religiosos cuestionados - el credo como negocio -, los que reciben el testigo de políticos sancionados, de expresidentes que no aceptan que su cuarto de hora ya pasó, de mujeres convencidas que la hora de tomar el poder está cerca, para mostrar sus capacidades, de humoristas que insisten en que su aporte pueden ser más que un chiste y los colombianos del común, convencidos, que es posible ser elegido, sin una maquinaria politice bien aceitada..
El tarjetón permitírá seleccionar personas o listas, muchos repitentes, repitentes que en sus periodos, no fueron consecuentes con el deber de defender los intereses del colectivo de sus electores, que teniendo la opción de apoyar propuestas interesantes, no lo hicieron: el resurgimiento del campo, y la consecuente mejora de la producción agropecuaria, iniciativas como el castigo diferente a lo monetario, para conductores borrachos. Para muchos de ellos lo importante era aparecer en la foto en la que se firmó alguna ley, les podía significar algunos réditos populares, y quizá algo que impactó de manera negativa la creencia de muchos compatriotas en los congresistas: el hundimiento de normas para castigar a los violadores de menores, el matrimonio igualitario, la necesaria reforma a la salud y la reforma a la educación superior.
Durante varios de los últimos periodos, los miembros del congreso han perdido sus curules por vinculación con grupos o personas que desestabilizan nuestra nación: el paramilitarismo, con la guerrilla y otros inmersos en la corrupción, muchos de ellos ya juzgados, otros han logrado evadir la justicia colombiana, pero no el juicio popular.
Quizá lo anterior haga que la credibilidad de los electores se vea disminuida, que los valores que parecen defender , y la honestidad, no se pongan de manifiesto, se dude del discurso; lleno de odios, de pasiones desmedidas, y con seguridad interesado en convencer con mentiras disfrazadas. Si se hiciera un balance de lo que hicieron frente a los propuesto, resultaría negativo.
Por esta y muchas razones más no he encontrado una opción más que la del voto en blanco, un voto de protesta contra propuestas irrealizables, y contra el discurso. En las ya muchas ocasiones en que he hecho uso de este derecho, he encontrado que nuestro congreso no ha podido, ni podrá tener la autonomía intelectual, que no este vinculada a intereses partidistas o de componendas para permanecer en el mismo congreso.
Espero que como mi hijo, todos los colombianos hagan uso de este derecho, que lo hagan por la que crean sea la opción que afecte positivamente nuestra nación, y que sino la encontraron como yo, elijan, el blanco, en protesta más por los candidatos y sus ideas, que por el mismo proceso. Como sea votemos, podremos quejarnos de lo que hagan o dejan de hacer los que resulten elegidos.
!!!!Salgamos a votar!!!!
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