Presidente - Iván Duque Márquez - Prevención y acción |
El 2020 quedará en la historia de la humanidad como el año en que un virus, el coronavirus cambio la vida de por lo menos a 188 países: poco tránsito, casi ningún negocio abierto y confinados. Cuando llegó a los 5 continentes la OMS declaró pandemia. Una predicción que se les escapó a nuestros adivinos, muy comunes en la tv en los primeros días de cada año. También quedará como el año en que Colombia vio el nacimiento de una estrella de televisión.
Luego de la tardía decisión de la OMS, se hicieron muchas recomendaciones para reducir el riesgo de contagio, pero la más llamativa fue el uso de una nueva prenda; el tapabocas, que de marzo de 2020 hasta ahora, ha hecho parte de nuestra vida diaria, identificábamos esto con el sector salud y en el alimentario. Con esta nueva prenda perdimos algo de identidad, además, debíamos mantener distancia social (1 - 2 metros), tuvimos que evitar el contacto físico. Se puso de moda la palabra cuarentena; la de 15 días, a final tuvimos una continua de por lo menos 100 días. Paralelamente pasamos de hablar y hablar de coronavirus a Covid-19.
Los miembros del sector salud, los más expuestos al contagio, consiguieron algo de reconocimiento, vinieron aplausos (con el tiempo muy tibios), algún presidente; el de nuestra Colombia, el Sr Iván Duque, sugirió hacer obligatorio el servicio de los profesionales de la salud, ante el rechazo, abandonó la idea. Esos profesionales dejaron la piel con su servicio a los contagiados, muchos perdieron la vida. Quizá cuando pase la crisis, por menos los reconozcan en lo laboral, poco probable con los gobernantes y legisladores que tenemos.
Así como muchos lo tomaron en serio, tres o cuatro mandatarios del mundo minimizaron el evento - todos de países influyentes -. Otros aparecieron con las llamadas teorías de la conspiración, la del 5 G, quienes decían que la enfermedad era real, pero que era causada por la radiación del sistema de telefonía. Alguno más, como el Sr Bill Gates, que el propósito era favorecer a las farmacéuticas, alguno más, que es una manipulación que nos están haciendo para mejorar las economías de algunos pocos países.
Sin importar la causa de la aparición del bicho este, contagiados y muertos fueron apareciendo, y con ello los protocolos se impusieron: para lavarse las manos, para entrar a la casa, para viajar en lo que fuera, para abrir los negocios, para saludarse, para poder cumplir con nuestro trabajo en las empresas.
Los epidemiólogos nos mostraron predicciones estadísticas, con las que algunos mandatarios nos alentaban diciendo; la curva se está aplanando, estamos cerca del pico, y los que mostraron datos a la baja, pusieron en marcha la desescalada, estableciendo fases, de 0 a 3. Infortunadamente con esta última decisión, los rebrotes no se hicieron esperar.
Localmente, en nuestra querida Colombia, lo más común fue la disputa de poderes, la del presidente Iván Duque M. y la alcaldesa de Bogotá Clara López, cada uno criticando las acciones del otro, al final se impusieron los gremios económicos y reabrimos sin más, lo que dio a entender a muchos colombianos, por desconocimiento en muchos casos o por rebeldía en alguno más, que la crisis había terminado.
Todo eso lo conocimos no solo a través de los medios de comunicación, sino por que diariamente muchos colombianos, disfrutaron por lo menos al comienzo de la crisis, la presencia del presidente Duque, en muchos canales de televisión (en las parrillas de los operadores de tv la imagen se repetía), informando sobre decisiones, logros, por su puesto mostrando cifras, las que eran más consecuentes con sus actos. Luego el programa derivó en entrevistas del moderador, ya más presentador de televisión que presidente. Tuvimos la presencia de personajes como el señor Leopoldo López, para hablar de la "crisis sanitaria en Venezuela", eso si introdujo algún tema más político que otra cosa. Al parecer se cambió la desgastada e inoperante imagen del "presidente interino" de Venezuela, Juan Guaidó.
Más tarde, entre virus y vacunas, conocimos los alcances de este gobierno en materia vial, se inauguró por fin la megaobra de la Linea, eso sí sin terminar y con un enorme reconocimiento al presidente (acorde con su ego), una enorme placa que resaltaba más, que la misma obra - !sencillo nuestro presentador! - .
Para rematar el año, el mismo presentador, ya muy consolidado, reconocía la labor de nuestro congreso desde la posición de presidente, en la mismísima nochebuena los premiaba con un 5,12% en sus asignaciones, no estoy muy seguro de si salariales, porque cumplir con sus compromisos, muchos no lo hacen. Poco después de la fallida mesa de concertación, nos sorprendía con ese maravilloso 3,5%, que no podía ser más alto, debido a los efectos de la crisis sanitaria, por su puesto que no afectó a los honorables congresistas. Todo esto lo remata, nuestro presidente, con una frase, "por primera vez en la historia de Colombia y cumpliendo una promesa de campaña superará incluido el subsidio de transporte, el millón de pesos”. Eso si desconoce, o nos creen tarados para no entender ¿Qué es un es salario mínimo?. El congresista Ciro Ramírez, avala la decisión presidencial expresando en relación con la cifra de incremento 'el doble de la inflación registrada".
Con los argumentos expuestos por el presidente y ratificado por sus seguidores, las empresas en general, por supuesto afectadas, tendrán el soporte para aumentar o no, algo similar al salario mínimo, claro, porque los tiempo de crisis lo demandan.
Cuando volvamos a la "normalidad", si tenemos la suerte de aparecer en turno para aplicarnos la vacuna, y si con esta se alcanza la inmunidad de este sufrido rebaño colombiano, por algún tiempo recordaremos al famoso bicho, las imágenes serán parte de la historia.
Terminada la actual presidencia de la República de Colombia, seguramente las ofertas no le faltarán al ex presidente, para entonces muy consolidado y dominador de los medios, y le disputará el protagonismo a otro sencillo presentador, Jorge Alfredo Vargas.
Cuando terminábamos el año 2020, nuestro año especial, no dijimos feliz y próspero 2021, sino más bien, "que estemos saludables y con empleo en el 2021"