lunes, 15 de agosto de 2016

Un peso de recompensa al gobernante que impida más muertes de niños por causas evitables.

A diario diversos organismos del Estado ofrecen millonarias recompensas que pueden ir de uno a pocos millones de pesos, si se trata de un ciudadano de nombre y apellido  poco conocido (o conocido solamente en su círculo), hasta miles de millones, si es un personaje que, aunque no tenga reconocimiento, es popular,  tiene familia en el estado, o ni una cosa ni la otra, pero puede representar minutos en los medios.

Al mismo tiempo la prensa anuncia - El Heraldo - e menos de 24 horas murieron dos niños por desnutrición en La Guajira, por lo que la cifra de fallecidos por este causa en lo que va corrido del año se eleva a 38"; según UN Peridico: "cada año mueren en Colombia cerca de 10.000 menores de 5 años por causas prevenibles. De esas muertes, por lo menos el 30 por ciento ocurre por desnutrición", un gran número si se compara con los 29000 que mueren a diario en el mundo, por diversas causas; la mitad mueren por desnutrición, falta de agua potable y saneamiento,cifras de la UNICEF. En estos casos, ni la policía, ni el gobierno ofertan esos miles de millones para eliminar el problema o mejor aún para reducir las desalentadoras cifras.


Infortunadamente las muertes de los niños generan toda suerte de reacciones: los que aprovechan para ganar audiencia, y los que desde la oposición con sus "inteligentes comentarios" atacan al estado, aún habiendo tenido su propia oportunidad de hacer un cambio siendo parte de este y poco o nada hicieron. 

Mas allá de acciones temporales, habrá alguien desde el Estado que tenga planes y proyectos que estén orientados a reducir o, mejor aún, desaparecer las muertes por desnutrición. Si esto fuera posible, ese alguien merecería un peso de recompensa  por alcanzar esta meta (solo un simbolismo porque es una obligación y no deben esperar recompensa alguna).

Ahora que algunos estamos optimistas por la firma de terminación del conflicto con las FARC, ¿habrá algún punto en las negociaciones que considere dejar un centavo para acabar con las muertes por causa de desnutrición? Sería suficiente que redujeran un par de puntos el presupuesto dedicado a defensa, o a proteger a nuestros "honorables" representantes y senadores. En este caso los negociadores serían merecedores del peso de recompensa o de una gran repulsa si ni siquiera lo han pensado.

Suena irónico que para conseguir algo de conciencia en el ciudadano debamos pagarle por denunciar lo que por nada del mundo debería callarse.

Celio Pineda Rodríguez
@celiopineda


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