sábado, 13 de julio de 2024

El sueño americano: Colombia a un paso de la Copa América 2024

13 de julio de 2024: La tensión se palpa en el aire. Un cosquilleo de emoción recorre cada rincón de Colombia, desde las montañas hasta las costas, y se extiende más allá de las fronteras, contagiando a la comunidad colombiana en Estados Unidos. Mañana, 14 de julio, la historia se escribirá en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida, cuando Colombia se enfrente a Argentina en la final de la Copa América 2024.

La ilusión de levantar la copa ha crecido con cada victoria de la selección colombiana durante el torneo. Su desempeño impecable, dejando en el ca
mino a selecciones de la talla de Brasil, Uruguay y Paraguay, ha despertado la esperanza de un pueblo que anhela celebrar un título continental desde 2001.

La Copa América 2024 ha sido un torneo lleno de sorpresas y emociones. El VAR ha generado controversia, pero no ha impedido que Argentina llegue a la final con paso firme, sorteando un camino relativamente cómodo.

En contraste, Colombia ha tenido que enfrentar retos más exigentes, superando a rivales de gran trayectoria. El partido contra Uruguay fue especialmente duro, no solo por el nivel futbolístico del rival, sino por las provocaciones y la violencia que derivaron en la expulsión de Richard Ríos, uno de los pilares del equipo colombiano.

La comunidad colombiana en Miami se prepara para vivir la final con fervor y pasión. El Hard Rock Stadium se teñirá de amarillo, opacando la albiceleste argentina, en un duelo que promete ser vibrante. Colombia sabe que el buen fútbol es su carta de presentación, pero también es consciente de que otros factores pueden influir en el resultado final. La afición deberá ser cautelosa y mantener la compostura ante posibles provocaciones.

Sin embargo, la confianza en el equipo es inquebrantable. Tanto propios como extraños reconocen a Colombia como el mejor equipo hasta el momento en el torneo, el más regular y con jugadores destacados como James Rodríguez, Luis Díaz, Richard Ríos, Jefferson Lerma y Camilo Vargas, por mencionar algunos.

Además, la selección colombiana ha marcado los goles más vistosos del torneo y cuenta con el apoyo incondicional de la afición más numerosa y entusiasta.

A las 9 pm del domingo se sabrá si el trabajo, la dedicación y el esfuerzo de la selección colombiana fueron suficientes para que Colombia levantara la Copa América 2024 y escribiera un nuevo capítulo dorado en la historia del deporte nacional.

viernes, 14 de junio de 2024

Todos contra Santa Fe

El pasado sábado 8 de junio, en un vibrante partido de ida, Bucaramanga se llevó una apretada ventaja de 1-0 sobre Santa Fe. La primera mitad fue un torbellino de emociones, mientras que en la segunda, los locales dominaron con cierto toque de fortuna para Santa Fe, evitando una mayor diferencia.

Este sábado 15 de junio, la contienda se reanuda en El Campín, con los Leopardos liderando por la mínima. Una ventaja que, si bien no es definitiva, podría ser suficiente si la consolidan y amplían durante el encuentro. La fanaticada santafereña, por su parte, anhela que su equipo empate primero y luego logre una diferencia de dos goles para celebrar la victoria.

El encuentro ha generado revuelo más allá de lo deportivo. La invasión de la hinchada de Bucaramanga en el estadio Alfonso López ha traído consigo sanciones, mientras que se denuncian presuntas agresiones a hinchas de Santa Fe. Se espera que el alcalde Galán y el presidente del club cardenal tomen decisiones cruciales en materia de seguridad, tanto antes como después del partido, incluyendo la participación de la hinchada bumanguesa.

El estadio El Campín se teñirá de rojo este sábado, con cerca de 30.000 gargantas alentando fervientemente. Aquellos que no consiguieron entrada o prefieren la comodidad del hogar, seguramente vivirán el partido con bebida en mano, animando a su equipo a conseguir la diferencia necesaria.

Curiosamente, la mayoría de la afición neutral ha mostrado su apoyo a Bucaramanga. ¿Será por su sed de gloria o por la arraigada tradición colombiana de apoyar al menos tradicional? Incluso la prensa ha mostrado cierta inclinación hacia el equipo dirigido por Dudamel. Sin embargo, Santa Fe, fiel a su garra leona, promete desplegar su mejor juego y marcar los goles necesarios para demostrar que su décima estrella podría estar más cerca que el primer campeonato de Bucaramanga.

Se espera que, tanto antes como después del partido, la celebración sea pacífica y prime la alegría, que se destaque el comportamiento ejemplar de las hinchadas. Que el fútbol sea la excusa perfecta para unirnos en un ambiente de sana competencia.¿Quién se coronará campeón?

sábado, 8 de junio de 2024

Santa Fe por el décimo titulo, Bucaramanga por su primera celebración.

Este sábado 8 de junio, cuando el juez central tome el balón en el estadio Alfonso López de Bucaramanga, comenzará una batalla épica entre dos felinos: el Atlético Bucaramanga y el Independiente Santa Fe. Ganadores de sus respectivos grupos en la fase regular, se han ganado el derecho a disputar la final del fútbol colombiano, un evento que ha generado gran expectativa entre sus hinchadas.

Los dirigidos por Rafael Dudamel, conocidos como los "Leopardos", buscarán inscribir por primera vez su nombre en el palmarés del fútbol colombiano. Dudamel, quien comparte apellido y nacionalidad con el famoso director de orquesta Gustavo Dudamel, tendrá la difícil tarea de orquestar la estrategia para conseguir la victoria de su equipo sobre los "Cardenales" y así conquistar el aplauso de su fiel afición.

Por su parte, Santa Fe regresa a una final del fútbol colombiano con la ilusiónintacta, pero también con la cautela de quien ya ha vivido las mieles y las amarguras del triunfo. El técnico argentino Pablo Peirano buscará obtener un resultado favorable en el partido de ida que les permita afrontar con mayor tranquilidad el decisivo encuentro de vuelta en el Estadio Nemesio Camacho El Campín.

Santa Fe llega a esta final con la ventaja de haber mostrado, según parte de la crítica periodística, el mejor fútbol durante todo el torneo. Además, cuenta con una afición comprometida que siempre los ha apoyado, incluso en los momentos más difíciles. Parecía una premonición; más abonados y más concurridas las tribunas cardenales. Para alcanzar la décima estrella en su historia, el equipo se apoyará en el talento y la experiencia de tres jugadores clave:

  • Hugo Rodallega: El veterano delantero ha silenciado las críticas con su entrega y buen fútbol a su regreso al fútbol colombiano.
  • Daniel Torres: Otro jugador experimentado que ha vuelto del fútbol español para brillar en esta nueva etapa con el club, aportando liderazgo y creatividad en el mediocampo.
  • José Manuel Mosquera Marmolejo: Un portero seguro y confiable que se ha convertido en una pieza fundamental del equipo, gracias a sus atajadas y su juego limpio.
El artífice de esta nueva etapa de Santa Fe es el técnico Pablo Peirano, quien ha logrado conformar un equipo equilibrado en todas sus líneas, donde todos trabajan en función del grupo, dejando de lado el lucimiento individual. Este enfoque ha sido fundamental para el éxito del equipo durante todo el torneo.

La afición de Santa Fe no se ha quedado atrás y ha respondido con creces al buen desempeño del equipo. Han acompañado en el Estadio El Campín en cada partido, creando un ambiente formidable que ha impulsado a los jugadores a dar lo mejor de sí mismos. Se espera que el próximo sábado 16 de junio, cuando se dispute el partido de vuelta, la marea albirroja vuelva a inundar el estadio, convirtiéndose en el jugador número doce con sus cánticos de “vamos león….queremos la copa”.

El desenlace de esta final seguramente durará más de 90 minutos, y los hinchas de ambos equipos esperan con ansias presenciar un espectáculo digno de recordar. Uno celebrará por primera vez un título, Santa Fe espera revivir el recuerdo de aquel inolvidable título de 2012, liderado por el legendario 10 cardenal, Omar Pérez. La confianza en una nueva celebración hará que los leones rujan de nuevo con más fuerza que nunca y alcancen la gloria.

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C. E. Pineda Rodriguez

@cepinedar


sábado, 24 de febrero de 2024

Colombia: Entre el desprecio y el orgullo

Es curioso escuchar a compatriotas colombianos que reniegan de su patria con un menosprecio casi admirable ¡O jactarse decir con seguridad: "eso solo sucede en este país"! Uno podría suponer que tal actitud surge de haber nacido por mera casualidad: quizás son descendientes de extranjeros y naturalmente sienten más afinidad por la nacionalidad de sus padres. O tal vez, incluso siendo nacidos en Colombia y provenientes de linajes colombianos, se sienten forasteros en su propia tierra. Quizá hayan pasado unos minutos en tierras extranjeras o, como es típico entre nosotros, simplemente admiran más las cualidades de otras naciones, preferiblemente aquellas "americanas", europeas o asiáticas (¡tal vez japonesas!), pues son consideradas las más desarrolladas, con los intelectuales más prominentes y ciudades ejemplares, aunque también carguen con el poco envidiable récord de mayores tasas de suicidio.

Lo irónico de estos patriotas de ocasión es que, a pesar de sus sátiras, se unen al coro de celebración cuando alguno de los nuestros triunfa en el mundo, ya sea un deportista subiendo al podio más alto. En esos momentos, el fervor patriótico brota de ellos como agua de manantial: se envuelven en la bandera nacional, entonan el himno nacional –aunque sea para criticarlo con disimulo–, o besan el escudo segun estos mismos, desactualizado. Claro, el entusiasmo es algo más contenido cuando el éxito viene de la mano de nuestros científicos, ya sea en la NASA, el CERN, o en el campo de las letras y las artes.

Sin embargo, hay un punto en el que todos los colombianos coincidimos con un rotundo rechazo: aquellos que nos avergüenzan por sus acciones corruptas, especialmente aquellos que ocupan cargos gubernamentales y desfalcan municipios, departamentos o incluso la nación entera. 

Ejemplos abundan, desde los nietos de un dictador de los años 50 hasta los recientes implicados en el escándalo de Odebrecht, pasando por los exgobernadores condenados por desfalcar sus departamentos. Todos ellos, con diferentes nombres y apellidos, comparten una misma característica: la desvergüenza con la que han robado al pueblo colombiano.

Estos desfalcos, desgraciadamente, tienen consecuencias palpables en nuestra vida diaria: calles en mal estado, interminables atascos de tráfico y una sensación generalizada de inseguridad. Son experiencias cotidianas que nos reciben en nuestro trayecto al trabajo o a casa, iniciando nuestros días con una buena dosis de estrés.

Y aunque nuestras quejas son sonoras, cuando llega el momento de las elecciones, allí están ellos, encabezando listas de candidatos, algunos incluso ya bajo investigación por corrupción. Y como nuestra memoria parece ser selectiva, mañana ocuparán un escaño en el Congreso, elevados a la categoría de "honorables congresistas", aunque para llegar hasta allí hayan cambiado de partido y, lo que es peor, de principios.

Pero regresemos al tema del fervor, esa pasión que despierta lo mejor de nosotros. Por ejemplo, cuando salimos de nuestras ciudades, grandes o pequeñas, y nos maravillamos ante la biodiversidad sin igual que nos rodea, aunque a menudo no sepamos conservarla.

Eso sí, hay quienes desprecian la naturaleza. Recordemos los desaciertosde importar pinos y eucaliptos en los años 70, el buchón y la elodea en nuestras lagunas, y la introducción de carpas para intentar solucionar la metida de pata. Toda una infamia a nuestra flora nativa perpetrada por supuestos guardianes del Estado. Además, la deforestación y la contaminación amenazan con destruir aún más nuestro patrimonio natural. Muy a pesar de et, muchos rincones de nuestra geografía nos ofrecen un respiro, un alivio al estrés cotidiano.

Estos son solo algunos de los contrastes de nuestra amada Colombia, una tierra llena de matices. Aunque muchos de sus municipios han logrado resistir la influencia de la cultura del desprecio, atrayendo a aquellos que valoran una vida tranquila y a colombianos genuinamente orgullosos de su identidad, no podemos negar las problemáticas que enfrentamos a diario.

sábado, 3 de febrero de 2024

La trágica transformación de nuestras calles

En épocas pasadas, nuestras calles brillaban como una pasarela de responsabilidad vial. El chaleco reflectivo y el casco eran elementos básicos de moda, desempeñando el papel de guardianes para ciclistas y motociclistas ante posibles contratiempos, tan inesperados como una canción para planchar en la radio. Pero, por supuesto, eso pertenecía al pasado, cuando aún creíamos que la seguridad superaba en importancia al meme más viral. Lamentablemente a diario pierden la vida muchos motocilistas y ciclistas, algo debe cambiar.

La seguridad vial, ese insignificante detalle que solo afecta la vida y el bienestar de quienes circulan por las vías. En Colombia, nos destacamos por nuestra extraordinaria habilidad para ignorar las normas de tránsito y por una conciencia tan baja que necesita un microscopio para ser vista.Antes, las personas se resguardaban con chalecos reflectivos y cascos. Sin embargo, en la actualidad, parece que optamos por jugar a la ruleta rusa con nuestras vidas. ¿Quién necesita precauciones cuando se puede vivir al límite, verdad? ¿Cuándo no hay sanción, si no hay autoridad.?.
Puede ser daltónico, lleva chaleco

La reverencia por las señales de tránsito y semáforos está más de moda que nunca, pero en el sentido contrario. Antes, seguíamos esas normas rigurosamente, pero ahora cada conductor se siente como una estrella que puede ignorar las reglas a su antojo. ¿Semáforo en rojo? "No me están viendo", "soy yo quien se arriesga"; son los pensamientos que pasan por sus mentes. 

Algo de riesgo. la ciclovía libre
Es curioso que los amantes de la bicicleta sean los más rebeldes con las ciclovías. En lugar de usar esas vías asignadas, algunos ciclistas prefieren desafiar al destino en las calles de los automóviles, creando situaciones dignas de un thriller de acción. Y los motociclistas, por supuesto, no se quedan atrás; desafiando límites de velocidad, yendo de un lado a otro, obstruyéndose entre ellos y utilizando las ciclovías como su propia pista de carreras personal.

El auge de las motocicletas, especialmente las eléctricas a las que se les permite utilizar las ciclovías, ¡tienen motor!, ha introducido un emocionante paquete de desafíos en nuestras vías. A medida que la tecnología avanza, nuestra cultura vial retrocede más rápido que el precio del sentido común en una oferta de liquidación. Los motociclistas, en lugar de adoptar medidas de seguridad, parecen haber decidido que la vida es más emocionante cuando se juega en modo extremo.

Es esencial reflexionar sobre la decadencia de nuestra cultura vial, aunque sea entretenido ignorarla, y tomar medidas para revertir esta tendencia que solo debería preocupar a los débiles. Respetar las normas de tránsito y usar equipo de seguridad deberían ser prioridades, pero claro, la adrenalina de vivir peligrosamente también tiene su encanto. Solo así podremos recuperar la cultura vial perdida y garantizar un futuro más seguro, si eso es lo que realmente queremos en nuestras carreteras.

viernes, 5 de enero de 2024

La danza entre la memoria y el olvido: Un viaje desgarrador hacia la identidad perdida

La vida nos presenta un enigma silencioso: la pérdida de la memoria. Un fantasma sutil que erosiona nuestra capacidad de evocar recuerdos antes nítidos. ¿Quién no ha experimentado la frustrante sensación de no recordar el nombre de un rostro conocido?

Un panorama gris en recuerdos maravillosos
Con el tiempo, la confusión se intensifica. Los recuerdos recientes se desvanecen mientras detalles de eventos lejanos resurgen con nitidez. El presente se convierte en un campo minado de incertidumbre, donde cada día comienza con normalidad para terminar en un torbellino de preguntas desconcertantes: ¿Dónde estoy? ¿A quién pertenece este lugar? ¿Por qué sigo aquí? ¿No íbamos a ir mañana? ¿Cuándo podré volver a mi casa? 

Las historias del pasado, tan vívidas en otros momentos, ofrecen un consuelo efímero. Son relatos auténticos en los que participamos, pero que quedaron atrás en el tiempo.

El día puede comenzar con la espera de un familiar que ya no está presente, quizás padres o abuelos, aquellos que ya no comparten este plano, o mencionando sistemas de transporte que han desaparecido.

Las visitas, otrora placenteras, se transforman en odiseas tortuosas. ¿Quiénes son estas personas? ¿Por qué vinieron? ¿Qué trajeron consigo? Antes se anhelaba prolongar la charla después de un día inolvidable, ahora se insta incluso a que se marchen. Una conversación puede resultar molesta, los oídos ya no son tan eficaces, los temas se escapan de nuestro dominio, hasta la noción del tiempo se vuelve difusa.

La mente, como un rompecabezas desordenado, anhela un círculo pequeño y seguro. No obstante, incluso en el calor de los afectos, la conexión con los seres queridos se desvanece, transformándose en un entorno conocido pero a la vez extraño.

La inquietud se instala, alterando negativamente incluso las relaciones más cercanas. Entre rostros familiares, los lazos se desdibujan; el hijo puede pasar del padrino al tío, al padre o al abuelo, las hijas se confunden, solo son amigas, puede mencionarse simplemente como el personal de servicio, en un vendaval de familiaridad desorientada.

La edad, ese viaje inevitable, plantea un desafío desgarrador. El laberinto del olvido se expande, envolviendo la realidad en un tejido de recuerdos difuminados. Y así, la existencia se convierte en una danza entre lo familiar y lo desconocido, entre la presencia y la ausencia, entre el deseo de recordar y el susurro del olvido.

En esta danza, la identidad titubea, los recuerdos se fragmentan y el tiempo se convierte en un torrente incontrolable. Sin embargo, incluso en la neblina del olvido, la esencia humana persiste. El amor, la compasión y la conexión con los demás continúan siendo faros en la oscuridad, guiándonos en este viaje inevitable.


miércoles, 13 de diciembre de 2023

Boyacá destino turistico

Ubicado en el corazón de Colombia, Boyacá se erige como un imán para los amantes del turismo. Este departamento no solo alberga una riqueza natural y cultural excepcional, sino que también ofrece una diversidad de climas y topografías que van desde la majestuosidad casi salvaje hasta desiertos, nieves perpetuas y los lagos más altos de América. Boyacá, sin lugar a duda, se convierte en el destino ideal para aquellos que buscan una experiencia turística única y variada.

Puntos Emblemáticos de Boyacá

Villa de Leyva
Villa de Leyva: Sus calles empedradas, casas coloniales y su imponente plaza central la convierten en un tesoro arquitectónico y patrimonial.

Pozo de Donato -hoy El Pozo de Hunzahúa
Tunja: Capital de Boyacá, es una ciudad rica en cultura religiosa e histórica. Fue capital de la Nueva Granada durante la "Patria Boba". Sus principales atractivos turísticos son la Catedral Basílica Menor de San Francisco, el Parque de la Independencia y el Museo de Arte Religioso.

Ráquira:
Ráquira
Ráquira, un pueblo ubicado en las colinas de Boyacá, Colombia, es conocido por su artesanía en barro. Sus habitantes, herederos de tradiciones milenarias, convierten el barro en obras de arte, dando vida a vasijas, cántaros, y piezas decorativas. La artesanía de Ráquira es una expresión de la creatividad y la destreza de sus habitantes. Las manos habilidosas de los artesanos moldean la arcilla con maestría, dando vida a piezas únicas que son testimonio de la cultura colombiana

Basilica - Chiquinqur
Chiquinquirá, un municipio colombiano ubicado en el departamento de Boyacá, es conocido como la "Capital Religiosa de Colombia". Esta denominación se debe a la devoción que se le profesa a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, una imagen milagrosa que atrae a peregrinos de todo el país y el mundo.

Duitama: Uno de los atractivos de esta ciudad es el Pueblito Boyacense, un parque temático ubicado en Duitama, Colombia. Fue inaugurado en 1995 y está inspirado en la arquitectura tradicional de los pueblos de Boyacá. El parque cuenta con 124 casas, 20 locales comerciales y siete plazoletas. Cada casa representa un pueblo diferente de Boyacá, y los locales comerciales venden artesanías, souvenirs y productos típicos de la región.

Lugares naturales

  • Parque Arqueológico de Sogamoso: Una ventana a la historia precolombina de la región, con vestigios de la cultura Muisca.

  • Laguna de Tota: Esta vasta laguna invita a la relajación y la exploración, ofreciendo actividades como paseos en bote, pesca y senderismo.

  • Puente de Boyacá y Pantano de Vargas
    : Monumento hi
    stóricos que conmemoran las batallas para conseguir la independencia de Colombia.
  • Parque Nacional Natural El Cocuy: Un paraíso para los amantes del senderismo y el montañismo, con majestuosas montañas, glaciares y lagunas de alta montaña.

  • Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Monguí: Un ejemplo impresionante de la arquitectura colonial.

  • El Museo el Fósil localizado cerca a Villa de Leyva, no solo es un homenaje a la perseverancia de la comunidad local, sino también un portal al pasado remoto, donde los fósiles, custodios silenciosos de una era olvidada, cuentan la historia de antiguos habitantes marinos, cautivando a quienes se aventuran a desenterrar los secretos sepultados por el tiempo en esta región colombiana.

Ampliando el Encanto de Boyacá

  • Climas y Topografías: Boyacá abarca desde climas templados de montaña hasta zonas cálidas de llanura, ofreciendo una gama diversa de paisajes.
  • Paisajes Naturales: Su diversidad ecológica incluye páramos, bosques tropicales y llanuras, dotando a Boyacá de una belleza natural incomparable.
  • Riqueza Cultural: La hospitalidad y la alegría de sus habitantes, junto con sus arraigadas tradiciones, forman parte de la identidad de Boyacá.

La gastronomía boyacense: una fusión de sabores ancestrales y autóctonos

La gastronomía boyacense es una expresión de la riqueza cultural y natural de la región. Sus platos fusionan sabores ancestrales con ingredientes autóctonos, brindando una experiencia culinaria única en Colombia.

Entre sus platos más emblemáticos destacan tres tesoros gastronómicos: el cocido boyacense, las arepas y la longaniza de Sutamarchán.

Cocido boyacense: se trata de un plato robusto confeccionado a partir de una exquisita mezcla de carnes de cerdo, res y pollo, junto con una selección de tubérculos como nabos, chuguas e ibias, complementados con habas y mazorca. La magia de este plato radica en su cuidadoso y lento proceso de cocción, una técnica que permite la fusión perfecta de sabores, dando lugar a un caldo sustancioso y repleto de matices que despiertan los sentidos al paladearlo.

Las arepas son una delicia versátil que acompaña cualquier comida. El maíz, base de estas, se moldea a mano. Ya sean rellenas con queso fresco, acompañadas de hogao o como base para platos típicos, las arepas son una constante en la gastronomía local.

La longaniza de Sutamarchán es una salchicha elaborada artesanalmente con carne de cerdo y especias secretas. Se ahúma lentamente para realzar su sabor característico. Su textura suave y su aroma ahumado la convierten en un manjar imperdible. De camino a Ráquira o Chiquinquirá, se percibirá el aroma, obligando a detenerse.

Cómo Llegar y Desplazarse

El departamento es accesible en autobús, avión, carro, tren o barco, ofreciendo una amplia gama de opciones para todos los presupuestos y preferencias.

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C.E. Pineda Rodríguez
celio.pineda@gmail.com -- @celiopineda